En esta ocasión hablaremos del resumen y final de la película El verano que vivimos. Un drama de época protagonizado por Blanca Suárez y Javier Rey, junto con María Pedraza y la banda sonora de Alejandro Sanz. Aquí te traemos la historia explicada, desde el inicio hasta el magnífico final ambientado en Jerez de 1958.
Los personajes de la película El verano que vivimos
Antes de empezar con la trama, vamos a hablar un poco sobre los personajes, para que sepas quién es cada uno y puedas entender mejor la historia.
- Lucía Vega (Blanca Suárez) es la prometida de Hernán, el capataz de las tierras de Jerez.
- Gonzalo Medina (Javier Rey) es el arquitecto que es contratado por Hernán para hacer una nueva bodega.
- Hernán Ibáñez (Pablo Molinero) es el dueño de las tierras, amigo de Gonzalo y prometido de Lucía.
- Carlos Medina (Carlos Cuevas) es el hijo de Gonzalo. No tuvieron una buena relación, pero gracias a Isabel descubre la historia de amor que vivió.
- Isabel (Guiomar Puerta) es la joven que estudia periodismo y descubre la historia de Gonzalo y Lucía del verano de 1958.
- Adela Ibáñez (María Pedraza) es la hermana pequeña de Hernán.
Un drama ambientado en dos épocas
Esta película está ambientada en dos épocas: el presente y el pasado de las esquelas. La historia principal se desarrolla en el pesado, mientras que en el presente se descubre el intento verano del 58 que dio lugar a un amor tan intenso. Gonzalo y Lucía… Pero empecemos por el principio. Aquí os traemos el resumen y final de la película El verano que vivimos.
La periodista que descubre el amor épico de Gonzalo
La historia de amor épico está ambientada en la época de los 90 y en la época de los años 50. Concretamente en 1988 llega a un pequeño pueblo de Galicia para hacer las prácticas de la carrera de periodismo. Llega cargada de ilusión, pero le asignan un puesto en el que podo puede desarrollar su arte: las esquelas. Sin embargo descubre una entrañable historia, que decide publicar. Se sumerge en el amor épico de Gonzalo, un hombre que acababa de fallecer y llevaba años escribiendo la esquela de su amada Lucía, que había muerto en el verano de 1958. Un verano inolvidable.
El verano inolvidable de 1958
Todo empieza cuando el arquitecto Gonzalo viaja a las tierras de Jerez de la frontera, llamado por su amigo Hernán. Tiene la misión de construir una bodega en tiempo récord, para que esté lista el día de la boda entre su amigo y su prometida Lucía. Pero ocurre algo inesperado: se enamora de ella. Viven, durante ese maravilloso verano, un amor prohibido y secreto. Se ven a escondidas. Ambos sienten un amor muy intenso, que les hace vibrar de emoción cada vez que se ven.
Todo se convierte en una pesadilla…
Pero todo se tuerce… ¡Adela los descubre! Y no sólo eso, los pilla en los campos de cultivo en plena noche y huye, desesperada e incrédula, con tan mala suerte de caer en el pozo y morir en la caída… En ese momento Gonzalo coge el cuerpo inerte de Adela y se lo lleva a Hernán. Le dice que la ha encontrado así en el pozo. Todo se vuelve triste y dramático a partir de ese momento…
El verano que vivimos: Resumen del final con spoilers
Hay que hablar de los últimos 10 minutos de la película con especial devoción, porque son especialmente buenos. Hasta ese momento la historia podría resultar previsible, pero todo cambia cuando se descubre la verdad. Todo se precipita con la muerte de Adela (María Valverde). Hay unos giros de guión espectaculares. La escena donde Hernán (Pablo Molinero) está herido y quiera desahogar su rabia por la muerte de su hermana con el que era su novio, es escalofriante. Tienes que contener la respiración al verla.
Gonzalo y Lucía deciden fugarse juntos
Después Lucía (Blanca Suárez) y Gonzalo (Javier Rey) deciden fugarse juntos. Están enamorados, pero ella debe casarse con Hernán. Entonces Gonzalo comete el error de dejar una nota a Hernán contándole todo lo sucedido, ya que Adela murió después de descubrir su amor secreto. Era una carga muy pesada para él.
Sin embargo, en lugar de huir entra en la bodega que acababa de construir, donde había fuego, pensando que allí estaba Lucía ya que habían quedado allí. El novio de Adela, que había sido maltratado por Hernán, había provocado el incendio como venganza. En realidad Lucía había sido descubierta antes de salir de su casa y estaba encerrada en su habitación, por su madre, para que no traicionara a su familia y se casara con Hernán.
Una doble mentira que separa el amor tan intenso
Cuando Gonzalo despierta, se encuentra en las afueras del pueblo magullado y confundido. Un lugareño lo ha sacado, salvándole la vida, porque todos en el pueblo lo quieren matar. Saben la traición que ha cometido con su amigo, y le aconsejan que no vuelva nunca. Entonces pregunta qué pasó con Lucía, a lo que le responde que murió en el incendio.
El amor tan épico que resucita Isabel
De esta forma tenemos una tragedia final, con muerte, que agranda el amor prohibido. Como Romeo y Julieta, ambos murieron a la vez (o eso creían), en otoño de 1958. Ambos pensaron que el otro estaba muerto, ya que era la única forma de separarlos. Pero ese amor tan grande no se extinguió, siguió viviendo en el recuerdo, y en los corazones de los amantes, hasta que la periodista lo rescató para el hijo de Gonzalo y la propia Lucía. Ella, envejecida, lloró de emoción pensando que había vivido sin el amor de su vida. Pero feliz por descubrir que no estaba muerto y siguió recordándola toda su vida.
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