Wes Craven fue un reconocido director de cine estadounidense, guionista y además novelista. Murió en 2015 a sus 76 años por un tumor cerebral, pero nos dejó una larga lista de sus trabajos. Entre sus creaciones más exitosas resaltan las sagas de películas “Pesadilla en Elm Street”, incluyendo el personaje de Freddy Krueger, y “Scream”. Igualmente, títulos como “La última casa a la izquierda” (1972), “Las colinas tienen ojos” (1977) y “Amiga mortal” (1986) son super destacados.
En Scream
la búsqueda por encontrar al director ideal fue extensa y ardua. Uno de los primeros nombres propuestos, fue el de Wes Craven. Siendo conocido como el director de las Pesadillas era una opción ideal. La cuestión es que rechazo el puesto, pues en ese momento no le interesaba.
Casualmente, Craven estaba preparando el remake de la comedia de terror, La mansión embrujada. Por lo que los productores intentaron reclutar a varios otros de renombre, pero por un motivo u otro, ninguno se confirmó. Williamson sentía que nadie entendía su idea, y que todos pensaban que Scary Movie era una comedia. Pero en realidad, era un relato que invitaba a reflexionar, sobre las estructuras del género al que pertenecía.
Decisión final
Finalmente, Craven acepto la responsabilidad y no te imaginarás las razones. El mismo contó que cuando supo que Drew Barrymore estaba en el proyecto, quiso trabajar con ella. Aunque la razón más fuerte, fue la opinión de un fan de diez años. Quien le dijo, que se suavizó a lo largo de los años, y que antes, sus películas eran mucho más temerarias. De ese modo, a Wes no le quedó de otra que aceptar esta oportunidad. Cambió de idea y decidió llevar al cine el guion de Williamson.
Wes Craven: Un éxito rotundo
Craven sabía que el secreto del éxito, dependía del carisma e impacto que pudiera lograr con la figura del asesino. No se esperaba menos del director que había creado a Freddy Krueger. Nadie más que él para conocer perfectamente la importancia del villano.
El realizador pensó al homicida a través de su voz, y con ese objetivo en mente, llamó a Roger Jackson. Craven dijo que Jackson tenía un tono “inteligente y malvado”, así que ideó todo un plan maestro. Para perturbar al elenco, solicitó al actor que no interactuara en persona con nadie. Así que se limitó a hablarles solo por teléfono durante la filmación de las escenas. Por algo era llamado el director de las pesadillas.
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